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Subjetivar los tratamientos de Reproducción Asistida

La infertilidad, siendo una condición médica, es al mismo tiempo una experiencia psicológica que impacta todos los ámbitos de vida de la persona (Domínguez, 2010). En el último tiempo se ha alcanzado avances en torno a los diagnósticos y procedimientos médicos en tratamientos de reproducción asistida dando menos prioridad a la perspectiva socio-psicológica. Son escasas las investigaciones que abordan las connotaciones subjetivas de las dificultades reproductivas y los modos de afrontamiento desde una perspectiva integral, en el siguiente artículo esbozaremos sobre la importancia de visibilizar el beneficio de acompañar a los usuarixs desde un modelo interdisciplinario de trabajo que incorporen diferentes dimensiones del sujeto en dicho procesos; siendo la intención abrir la posibilidad un diálogo entre diferentes disciplinas que permita un acercamiento más integral a esta problemática.

Colocar el foco meramente en el Modelo Médico Hegemónico dejando por fuera a la persona que padece, reduciendo la complejidad del ser humano a una sola dimensión biológica, conlleva consecuencias desfavorables en los modos de afrontamiento individuales y de la pareja. Incluir el aspecto subjetivo en los tratamientos de reproducción asistida beneficiará a una experiencia singular, la adhesión a los tratamientos y la posibilidad de poner en palabras el padecimiento subjetivo inherente al proceso.

En ocasiones el deseo de concebir puede conllevar acciones desmesuradas sin medir el impacto en el cuerpo, generando una pérdida de registro sobre sus propias emociones, necesidades y vínculos.

Desde esta mirada que incorpora a la psicología como facilitadora de adhesión a los tratamientos, toma de decisiones asertivas evitando la posición de usuarix sumisos dando lugar a generar interrogantes cuestionamientos individuales.

¿De qué hablamos cuando hablamos de subjetivar los tratamientos de reproducción asistida? Con este término queremos poner el foco en la importancia de incluir el aspecto emocional y la experiencia individual en el proceso de tratamientos de fertilidad, entendiendo que no se trata de abordar un cuerpo, un diagnóstico o un síntoma de modo aislado, sino que lo que está en juego es un sujeto con deseos, historia y proyectos personales que pertenece a un contexto socio y cultural determinado. Este contexto socio histórico es complejo e impone mandatos culturales sobre la paternidad y maternidad, el rol del hombre y de la mujer. Desde este sistema de referentes, la maternidad se ha configurado como un ideal y una meta a alcanzar: tener hijos más que una opción para la mujer, opera como una exigencia que cuando no se lleva a cabo se puede percibir como una gran frustración. Cuando se toma la “capacidad de procrear” como referente, la incapacidad para tener hijos pone en cuestión la identidad personal y de la pareja. Esta es la razón por la cual la infertilidad termina siendo asociada a sentimientos de culpa, vergüenza, culpa, falla, llevándolxs a sentirse desvalorizadxs e incompletxs.

Como venimos desarrollando el impacto que tiene sobre la subjetividad la imposibilidad de procrear posee la connotación de una crisis vital, con implicaciones significativas tanto para la pareja, como para cada uno de sus miembros en lo individual (Van Balen, Trimbos-Kemper, en Llavona, 2008); se pone en jaque la autovaloración y la dimensión identitaria, que puede llevar al individuo a interrogarse sobre sus deseos en torno a la concepción.

Si bien no todas las personas que transitan dificultades reproductivas lo viven de la misma manera o manifiestan los mismos síntomas psicológicos, en la clínica observamos que atravesar infertilidad y/o tratamientos de fertilización moviliza y tienen un impacto significativo para ellos; por lo tanto, solicitar ayuda psicológica puede colaborar a generar respuestas ante la pregunta que me está pasando a mí con esto y por lo tanto, a la toma de decisiones futuras.

Las demandas actuales y los nuevos modos de concepción, que difieren a los tradicionales, requieren de un proceso singular en el que es necesario pesquisar las implicancias sobre las diferentes dimensiones de las personas.

Sobre las autoras

Cecilia Taburet 

Licenciada en Psicología (2005) UBA. Diplomatura en Psicología de la Reproducción humana asistida (SAMER). Especialista en psicología perinatal y Psico profilaxis del parto.

Contacto:

@lic.ceciliataburet

cecilia.taburet@gmail.com

María Constanza Pereyra Esquivel
Licenciada en Psicología. Matricula: 8505. UNC,
Orientación: Cognitiva Conductual Racional. Formación en Evaluación y Diagnostico Psicológico.. Formación en Psicología Conductual Racional. Formación en Terapia Cognitiva Conductual Niños y adolescentes con TGD y comportamiento
disruptivo.. Formación en terapia sistémica. Abordaje: Psicoterapia Individual. Niños, Adolescentes y adultos.
Contacto: 0351 – 153861211 /coty_pereyra@hotmail.com

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